Más que simples mujeres verdaderas heroínas
Aunque redactaron documentos y panfletos y escribieron en periódicos y lucharon denodadamente contra los ocupantes, rarísimas veces las mujeres son mencionadas cuando se recuerdan los acontecimientos que acompañaron el rechazo nacional a la intervención estadounidense desde el mismo día de 1916 en que las tropas del general Pendleton ocuparon Santo Domingo y más adelante Montecristi, Puerto Plata y Santiago. Esa fue la motivación esencial que impulsó a la periodista y activista política Virtudes Álvarez, a escribir el libro Mujeres del 16.
Estudiantes de Comunicación Social de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, escucharon la reseña vital y a ratos emocionada Álvarez quien transitó por las imágenes y el recuerdo de las acciones en que aquellas combatientes tomaron parte. "Ellas no sólo fueron las compañeras de sus hombres sino que escribieron ellas mismas la historia de enfrentamientos al opresor con todos los recursos a su alcance", expresó la escritora.
Se detuvo Virtudes Álvarez, una por una en muchas de aquellas mujeres, en cómo pensaba y qué hizo. Desde las muy conocidas Ercilia Pepín o Abigaíl Mejìa pasando por Evangelina Rodríguez o Salomè Ureña, pioneras cada cual en su mundo hasta Ana Josefa Puello o Petronila Angélica López.
"Pero todavía el otro día en una visita a Capotillo descubrí que para la época de la lucha por la independencia, existía una mujer de la que prácticamente nada se ha escrito y que, sin embargo mostró su valor y amor por la patria al dedicarse a identificar a los trinitarios por medio de una flor que transportaba desde Venezuela, de modo que cuando ellos se reunieran de manera clandestina pudieran conocerse entre si por medio de la flor que llevaban colocada en sus camisas". Resaltó Álvarez.
A partir de ese ejemplo la destacada conferencista, quien es también vicepresidenta de la agrupación política dominicana Frente Amplio, exhortó al estudiantado de comunicación a indagar e investigar por qué muchos episodios de las gestas que integraron la nacionalidad dominicana están por desvelarse. Repetidamente comentó o elogió la riqueza de fondos de que dispone el Archivo General de la Nación y cuántas informaciones, testimonios y documentos de importancia capital para su obra los halló en el Archivo.
Mujeres del 16 también describe las características fundamentales de la sociedad dominicana de principio del siglo XX, el contexto nacional e internacional en que se produce la ocupación, así como sus causas y consecuencias y la férrea censura impuesta a la prensa por los interventores, no obstante lo cual muchas mujeres encontraron vías para combatirles y defender la patria.
Virtudes Álvarez se detuvo en la Semana Patriótica cuando las mujeres se juntaron para donar miles de artículos de valor que tuvieran: un arete de oro que perdió su pareja, una pulsera, una porcelana…, todo lo que pudiere ser vendido para que representantes del pueblo dominicano pudieran viajar a otros países a dar cuenta de los desmanes y humillación que la ocupación yanqui infligía al pueblo de Duarte, Sánchez y Mella; como también de María Trinidad Sánchez, que no fue por ser tía de Francisco del Rosario Sánchez que la fusilaron , sino por la lealtad brindada a sus compañeros tanto así que prefirió la muerte antes que delatarlos.
En la conferencia Álvarez explicó el rol que, a su juicio, deben desempeñar los y las comunicadoras sociales. Destacó además las nuevas necesidades sociales que están reclamando renovadas luchas en este siglo XXI.
irtudes Álvarez hizo valoraciones sobre las deficiencias de la educación dominicana, en particular por lo que respecta a la formación patriótica y ejemplificó con el hecho tan simple de que no sólo se ignora quienes fueron los personajes, mujeres y hombres, cuyos nombres tienen las calles de la ciudad, sino que con frecuencia los que aparecen están escritos con mutilaciones y hasta con faltas de ortografía.
Cuando una joven le preguntó por la participación de las mujeres en las nuevas luchas sociales del siglo XXI? Álvarez le respondió que, aunque no tenemos una ocupación militar como la del 1916, si existen nuevas demandas en contra del imperialismo norteamericano en las que las de mujeres se han destacado; lo que de hecho puso de manifiesto su personalidad de revolucionaria.
Colaboración de la profesora Mirta Rodríguez, Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.
Colaboración de la profesora Mirta Rodríguez, Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.
