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miércoles, 22 de agosto de 2007

EDITORIAL

LA ODISEA

Es posible que hoy en día justamente en siglo XXI, en nuestro país existan hospitales que carecen de medicamentos a la hora de aplicárselo a un paciente determinado, y aun más, que la gran mayoría de estos no cuenten con una infraestructura adecuada para ofrecer los servicios que demanda la población.

Añadiéndole a esto el estado deplorable en que se encuentran los equipos con que cuentan a la hora de ofrecer los servicios, y las pocas habitaciones y camillas que tienen disponible para las emergencia que se presenten, donde los pacientes tienen que esperar en un banco a que se desocupe una camilla, o en ultima instancia acudir a una clínica en contra de su voluntad, ya que no cuentan con los recursos económicos necesario.

Sin dejar de mencionar el poco personal médico con que cuentan los hospitales públicos del país en horas de la madrugada, entiéndase doctores, enfermeras, lo que agudiza más los problemas existentes, y hace que acudir a un hospital se convierta en una odisea.

Ante todos estos problemas planteado exhortamos a la Secretaría de Salud Pública y Asistencia Social, a tomar carta en el asunto y no hacerse de la vista gorda, asimismo recomendamos al presidente Dr. Leonel Fernández, aumentar el presupuesto al área de salud, que entendemos debe tener más prioridad que la construcción de un metro. Para que acudir a un hospital no tenga que convertirse en una odisea.

CRÓNICA DE UN LIBERTINAJE PERMITIDO

Después de caer la noche la Zona Colonial deja ser Patrimonio Cultural De La Humanidad para ser convertida en la zona frecuentada por alcohólicos, drogadictos, ladrones, geys, lesbianas, turistas, y unos que otros enfermos mentales, etc. Donde divertirse está por encima de respetar los valores patrios, de los cuales deberíamos sentirnos profundamente orgullosos.

Tal es el caso de la famosa Puerta de la Misericordia, conocida también como Puerta de la Sabana o Puerta grande, donde allí se reunieron los patriotas y tomaron la primera acción independentista, la noche del 27 de febrero de 1844, fecha en que fue proclamada nuestra Independencia Nacional, pero hoy en día esta puerta tan simbólica, es convertida en un arcoiris de nefastos colores, por los que Allí se detienen en las noches a tomarse unos que otros tragos en el colmadon que le queda justamente al frente; La acogida de las personas es tan numerosa, que tienen que cruzar a la puerta de la misericordia, con guacales vacíos de cerveza que utilizan como asientos para tomararse desde una botella de cerveza, hasta una botella de ron, que acompañan con música, cigarrillos, y tabacos.
Donde los enfermos mentales, palomos, o viciosos empedernidos, aprovechan la situación para recoger las botellas, y en ultima instancia ver si te pueden despojar de una cadena, un reloj, un celular, etc. que luego venden o intercambian, para mantener sus vicios permisivos.


Que decir del Parque Duarte, que lleva el nombre de uno de los padres de la patria, pero que en las noches los visitante parecen olvidar tan eminente honor, y hacen de este parque un viaje hacia el libertinaje, donde con facilidad se observa en una esquina un grupo jugando dominó y vociferando palabras no agradable, mientras que otros aprovechan el momento para darse unos puñetazos, en cambio algunos prefieren tomarse unos tragos de alcohol, donde algunos trasvesti son confundido por la silueta de la noche con mujeres, en tanto otros prefieren solo hacer los ademanes que denotan o definen su preferencia sexual, sin dejar de mencionar los diferentes tipos de grupos, como los errantes, los metálicos, los jevi meta etc. Que se reúnen allí para tratar de divertirse, y fumarse unos que otros tabaquito.

En cuanto a los bares que se encuentran en la zona colonial, es algo sorprendente, y confundible, ya que en la tarde podemos imaginarnos una casa normal, pero en las noches son todo un bar de los que tantos existen en la zona, que son frecuentados por los personajes antes mencionados.
No puedo terminar esta crónica sin describir en sentido general las calles de la zona, que en los años de colonia tuvieron tanta importancia en la historia de nuestra república. Y que en las noches específicamente en horas de la madrugada, podemos observar que son transitadas por enfermos mentales, mendigos, borrachos, turistas, lesbianas, geys, ladrones etc.


En fin la zona colonial es convertida en las noches en un libertinaje permitido, donde cambia totalmente su esencia de Patrimonio Cultural De La Humanidad. Y de lo que ha significado a través de la historia de nuestro país.